Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1962
PEKIN 1976
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
pág. 39
16 de agosto de 1945
   
Al comentar la pretendido violación por el Partido Comunista de la orden del generalísimo Chiang Kai-shek al Comandante en Jefe Chu Te, un vocero de Chiang Kai-shek dijo el 15 de agosto por la tarde en una conferencia de prensa en Chungching: "Deben obedecerse las órdenes del Generalísimo." "El que las viole es enemigo del pueblo." El corresponsal de la Agencia de Noticias Sinjua declara que ésta es una señal manifiesta de Chiang Kai-shek para una guerra civil general. el II de agosto, en los críticos momentos en que los invasores japoneses estaban siendo finalmente aniquilados, Chiang Kai-shek dio una orden de traición nacional, que prohibía al VIII Ejército, al Nuevo 4� Cuerpo de Ejército y a todas las demás fuerzas armadas del pueblo combatir a los invasores japoneses y a las tropas títere. Por supuesto, esta orden no puede ni debe ser aceptada en absoluto. Poco más tarde, Chiang Kai-shek, por medio de su vocero, declaró "enemigo del pueblo" a las fuerzas armadas del pueblo chino. Esto significa que Chiang Kai-shek ha declarado la guerra civil al pueblo chino. Su maquinación para desatar una guerra civil no empezó, desde luego, por la orden del u de agosto; ha sido su plan consecuente a lo largo de los ocho años de la Guerra de Resistencia. Durante estos ocho años, Chiang Kai-shek desencadenó tres grandes campañas anticomunistas, en 1940, 1941 y 1943[1], intentando cada vez ampliar la campaña hasta convertirla en una guerra civil en escala nacional, y sólo la oposición del pueblo chino y de personalidades de los países aliados impidió que así ocurriera, con mucha pena de Chiang Kai-shek. Por eso se vio obligado a postergar la guerra civil nacional hasta el término de la Guerra de Resistencia contra el Japón; de ahí la orden del 11 de agosto y la declaración del día 15. Con el propósito de desencadenar la guerra civil, Chiang Kai-shek ha inven-
   
* Comentario escrito por el camarada Mao Tse-tung para la Agencia de Noticias Sinjua.
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tado ya muchas expresiones, tales como "partido ajeno", "partido traidor", "ejército de traición", "ejército sedicioso", "regiones de traidores", "regiones de bandidos", "desobediencia de las órdenes militares y gubernamentales", "separatismo feudal", "socavar la Guerra de Resistencia" y "poner en peligro al Estado"; ha pretendido que en el pasado hubo en China sólo "exterminio de los comunistas" y no "guerra civil" y, por consiguiente, tampoco habría "guerra civil" en el futuro, etc., etc. Esta vez la pequeña diferencia que hay consiste en la adición de un nuevo término: "enemigo del pueblo". Pero la gente percibirá que ésta es una invención estúpida. Pues en China, cuando se habla de "enemigo del pueblo", todos saben a quién se refiere. Hay en China una persona que traicionó los Tres Principios del Pueblo[2] de Sun Yat-sen y la Gran Revolución de 1927. Sumió al pueblo chino en el mar de sangre de diez años de guerra civil y provocó con ello la agresión del imperialismo japonés. Luego, muerto de susto, puso pies en polvorosa, retirándose a la cabeza de una banda de individuos desde el río Jeilungchiang hasta la provincia de Kuichou. Esperaba la victoria con los brazos cruzados, como simple espectador. Ahora que ha llegado la victoria, dice a las tropas populares que "permanezcan donde están, hasta nueva orden" y a los enemigos y traidores a la patria que "mantengan el orden público" de modo que él pueda regresar a Nankín, altanero y triunfante. Basta mencionar estos hechos para que el pueblo chino sepa que esa persona es Chiang Kai-shek. Después de todo lo que ha hecho, ¿puede acaso discutirse si Chiang Kai-shek es enemigo del pueblo? Discusión la hay. El pueblo dice que es. El enemigo del pueblo dice que no. He aquí la única discusión. Entre el pueblo esto se discute cada vez menos. El problema ahora es que este enemigo del pueblo quiere iniciar una guerra civil. ¿Qué debe hacer el pueblo? El corresponsal de la Agencia de Noticias Sinjua dice que la política del Partido Comunista de China con respecto al desencadenamiento de una guerra civil por Chiang Kai-shek es clara y consecuente, y es la de oponerse a la guerra civil. Ya en el momento en que el imperialismo japonés iniciaba la invasión de China, el Partido Comunista exigió poner fin a la guerra civil y unirse contra el enemigo exterior. En 1936 y 1937 el Partido Comunista, a costa de tremendos esfuerzos, obligó a Chiang Kai-shek a aceptar su proposición, y gracias a ello se llevó a
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cabo la Guerra de Resistencia contra el Japón. Durante los ocho años de resistencia, el Partido Comunista de China no aflojó jamás sus esfuerzos por alertar al pueblo a que conjurara el peligro de guerra civil. Desde el año pasado, el Partido Comunista ha llamado, una y otra vez, la atención del pueblo sobre la monstruosa maquinación fraguada por Chiang Kai-shek para desatar una guerra civil de amplitud nacional apenas termine la Guerra de Resistencia. El Partido Comunista, como el resto del pueblo chino y todas las personas del mundo preocupadas por la paz en nuestro país, sostiene que una nueva guerra civil sería una calamidad. No obstante, el Partido Comunista considera que la guerra civil aún puede ser conjurada y debe ser conjurada. Precisamente con el fin de conjurarla, el Partido Comunista ha propugnado la formación de un gobierno de coalición. Ahora Chiang Kai-shek ha rechazado esta proposición, y la guerra civil está a punto de estallar. Pero hay efectivamente un medio para impedir que Chiang Kai-shek dé este paso. Se deben hacer esfuerzos por acrecentar con decisión y rapidez las fuerzas democráticas del pueblo, y éste debe liberar las grandes ciudades ocupadas por el enemigo y desarmar a las tropas japonesas y las tropas títere; si algún autócrata y traidor al pueblo se atreve a atacarlo, el pueblo debe, en defensa propia, devolver resueltamente golpe por golpe para frustrar los designios del instigador de la guerra civil. Ese es el medio, el único medio. el corresponsal de la Agencia de Noticias Sinjua llama a toda la nación y al mundo entero a repudiar la tan hipócrita y desvergonzada mentira de que la guerra civil en China puede, por el contrario, ser conjurada si Chiang Kai-shek prohibe al pueblo chino liberar las grandes ciudades ocupadas por el enemigo, desarmar a las tropas japonesas y a las tropas títere y establecer la democracia, y si él mismo va a estas grandes ciudades a "heredar" (no a destruir) el régimen del enemigo y de los títeres. Se trata de una mentira, señala el corresponsal de la Agencia de Noticias Sinjua, y esta mentira está evidentemente en contra de los intereses nacionales y democráticos del pueblo chino y también en flagrante contradicción con todos los hechos de la historia moderna china. Hay que tener siempre presente que Chiang Kai-shek mantuvo la guerra civil diez años, de 1927 a 1937, no porque las grandes ciudades estuvieran en manos del Partido Comunista en vez de estar en las suyas; por el contrario, desde 1927 hasta la fecha, ninguna de las grandes ciudades ha estado en manos del Partido Comunista, sino que todas han estado en manos de Chiang Kai-shek o han sido cedidas por él a los japo-
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neses y traidores a la patria, y precisamente por esto duró diez años la guerra civil en escala nacional y ha continuado con carácter local hasta hoy. Hay que tener siempre presente que la guerra civil de diez años fue detenida y las tres grandes campañas anticomunistas y otras incontables provocaciones durante la Guerra de Resistencia (inclusive la reciente invasión por Chiang Kai-shek del sector Sur de la región fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia[3]) fueron frenadas no porque Chiang Kai-shek fuera fuerte, sino, al contrario, porque Chiang Kai-shek, relativamente, no era bastante fuerte, mientras el Partido Comunista y el pueblo eran relativamente fuertes. La guerra civil de diez años fue detenida no por los llamamientos de las personalidades de todo el país que deseaban la paz y temían la guerra (como los de la antigua Liga para la Proscripción de la Guerra Civil[4] y otros grupos similares), sino por la exigencia, apoyada por las armas, del Partido Comunista de China, así como del Ejército del Nordeste, al mando de Chang Süe-liang, y del Ejército del Noroeste, al mando de Yang Ju-cheng[5]. Las tres grandes campañas anticomunistas y otras incontables provocaciones fueron rechazadas no porque el Partido Comunista hubiera hecho concesiones ilimitadas y actuado con sumisión, sino, al contrario, porque había persistido en una justa y firme actitud en defensa propia: "No atacaremos a menos que seamos atacados; si somos atacados, contraatacaremos."[6] Si el Partido Comunista no hubiera tenido fuerza alguna ni carácter firme, si no hubiera luchado hasta el fin por los intereses de la nación y del pueblo, ¿cómo habría podido detenerse la guerra civil de diez años? ¿Cómo habría podido iniciarse la Guerra de Resistencia contra el Japón? E iniciada, ¿cómo habría podido ser mantenida resueltamente hasta la victoria de hoy? Además, ¿cómo podrían estar vivos todavía ahora Chiang Kai-shek y los de su ralea, dando órdenes y haciendo declaraciones desde su retiro en la montaña tan alejado de las líneas del frente? el Partido Comunista de China se opone firmemente a la guerra civil. La Unión Soviética, EE.UU. e Inglaterra declararon en Crimea: "crear condiciones de paz interior" y "formar autoridades gubernamentales provisionales, ampliamente representativas de todos los elementos democráticos de la población y comprometidas a establecer lo antes posible, por medio de elecciones libres, gobiernos que respondan a la voluntad del pueblo"[7]. Eso es exactamente lo que ha propugnado con persistencia el Partido Comunista de China: constituir un "gobierno de coalición". La realización de esta propuesta puede impedir la guerra
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civil. Pero se requiere una condición previa: la fuerza. Si todo el pueblo se une y aumenta su fuerza, puede conjurarse la guerra civil.
   
[Nota -- En el texto impreso, la siguiente nota del editor empieza al pie de la página que sigue. -- DJR]
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Apuntes sobre |
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[1]
Véase Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. III, "Comentario sobre la XI Sesión Plenaria del Comité Ejecutivo Central del Kuomintang y la II Sesión del III Consejo Político Nacional".
[pág. 39]
[2]
Los Tres Principios del Pueblo eran los principios y el programa expuestos por Sun Yat-sen acerca del nacionalismo, la democracia y la vida del pueblo en la revolución democrático-burguesa de China. En 1924, en el Manifiesto del I Congreso Nacional del Kuomintang, congreso caracterizado por la cooperación entre éste y el Partido Comunista, Sun Yat-sen expuso de nuevo los Tres Principios del Pueblo, interpretando el nacionalismo como oposición al imperialismo y expresando su activo apoyo al movimiento obrero y campesino. Los viejos Tres Principios del Pueblo se desarrollaron y se convirtieron así en los nuevos Tres Principios del Pueblo que comprendían los Tres Principios Políticos Cardinales: alianza con Rusia, alianza con el Partido Comunista y ayuda a los campesinos y obreros. Los nuevos Tres Principios del Pueblo constituyeron la base política para la cooperación entre el Partido Comunista de China y el Kuomintang durante el período de la Primera Guerra Civil Revolucionaria.
[pág. 40]
[3]
Se refiere al ataque lanzado en julio de 1945 por tropas del Kuomintang a Chunjua, Sünyi y Yaosien, en la subregión de Kuanchung de la región fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia. Véase el presente tomo, pág. 21, "La situación y nuestra política después de la victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón", nota 13.
[pág. 42]
[4]
La Liga para la Proscripción de la Guerra Civil se fundó en agosto de 1932, en Shanghai; la integraban principalmente elementos burgueses. Hizo pública una declaración en la que llamaba a "poner fin a la guerra civil y unirse para resistir a la agresión extranjera".
[pág. 42]
[5]
En 1936, el Ejército del Nordeste del Kuomintang, mandado por Chang Süe-liang, y el Ejército del Noroeste del Kuomintang, mandado por Yang Ju-cheng, estaban estacionados en Sían y sus alrededores, encargados de atacar al Ejército Rojo de China que había llegado al Norte de Shensí. Influidos por el Ejército Rojo y por el movimiento antijaponés del pueblo, aprobaron la creación de un frente único nacional antijaponés, propuesta por el Partido Comunista de China; y exigieron que Chiang Kai-shek se aliara con el Partido Comunista para resistir al Japón. Chiang Kai-shek rechazó la exigencia, activó aún más sus preparativos militares para el "exterminio de los comunistas" y asesinó en Sían a jóvenes antijaponeses. Chang Süe-liang y Yang Ju-cheng, en acción conjunta, arrestaron a Chiang Kai-shek. Este fue el famoso Incidente de Sían del 12 de diciembre de 1936. Chiang Kai-shek se vio obligado a aceptar las condiciones de alianza con el Partido Comunista y de resistencia contra el Japón, y, puesto en libertad, volvió a Nankín.
[pág. 42]
[6]
Véase Entrevista con tres corresponsales de la agencia central de noticias, el Saotang Pao y el Sinmin Pao ".
[pág. 42]
[7]
Del comunicado de la conferencia de Crimea (Yalta) de la Unión Soviética, EE.UU. e Inglaterra, celebrada el 11 de febrero de 1945.
[pág. 42]
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