Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1968
PEKIN 1972
(2a impresión 1972)
pág. 153
29 de noviembre de 1943
   
Quisiera decir unas palabras en nombre del Comité Central del Partido Comunista, que ofrece hoy esta recepción en honor de los héroes y heroínas del trabajo y de los trabajadores modelo en la producción, elegidos por las masas campesinas, las fábricas, las unidades armadas, las entidades oficiales y las escuelas de la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia. Lo que quiero decir puede resumirse en una palabra: "¡Organicémonos!"De acuerdo con las resoluciones adoptadas en la conferencia de cuadros superiores convocada en invierno del año pasado por el Buró del Noroeste del Comité Central, las masas en el campo, en las unidades armadas, las entidades oficiales, las escuelas y las fábricas de la Región Fronteriza han realizado durante todo el año una campaña por la producción. Este año se han obtenido grandes éxitos y progresos en todas las ramas de la producción, y la Región Fronteriza ha adquirido un nuevo aspecto. Los hechos han confirmado plenamente la justeza de la política adoptada en esa conferencia. La esencia de esta política es organizar a las masas, es decir, movilizar y organizar en un gran ejército de trabajo a todas las fuerzas disponibles, sin excepción, dentro de la población, el ejército, las entidades oficiales y las escuelas, a todos los hombres y mujeres, viejos y jóvenes, con capacidad total o parcial de trabajo. Tenemos un ejército de combate y un ejército de trabajo. El primero lo constituyen el VIII Ejército y el Nuevo 4.� Cuerpo de Ejército. Pero este ejército de combate cumple dos tareas a la vez: combatir y producir. Contando con estos dos ejércitos, y siendo el ejército de combate diestro en ambas tareas y, además, en el trabajo de masas, superaremos nuestras dificultades y derrotaremos al imperialismo japonés. Si durante los últimos años los éxitos de nuestra campaña
pág. 154
por la producción en la Región Fronteriza no fueron lo suficientemente grandes ni notables para ser concluyentes, los de este año sí lo han sido, como todos lo hemos visto con nuestros propios ojos.
   
Todas las unidades armadas de la Región Fronteriza que poseen tierras, este año han cultivado un promedio de dieciocho mu por combatiente, y han podido hacer y producir prácticamente todo: verduras, carne y aceite comestible, en cuanto a alimentos; en la indumentaria, trajes acolchados, suéteres, calzado y calcetines; en la vivienda, habitaciones en cuevas, casas y salas de reunión grandes y pequeñas; en lo referente a artículos de uso corriente, mesas, sillas, bancos y efectos de escritorio, y combustible en forma de leña, carbón vegetal y carbón de piedra. Mediante nuestros propios esfuerzos, hemos alcanzado el objetivo de "ropa y alimentos suficientes". Cada soldado sólo tiene que destinar tres meses por año a la producción; los nueve meses restantes puede dedicarlos al entrenamiento y al combate. Para su mantenimiento, nuestras tropas no dependen del gobierno del Kuomintang, ni del Gobierno de la Región Fronteriza, ni de la población, sino que se autoabastecen por completo. ¡Qué importante innovación para la causa de nuestra liberación nacional! Durante estos seis años y medio de resistencia, el enemigo ha seguido contra las bases de apoyo antijaponesas la política de "incendiarlo todo, matar a todos y saquearlo todo", y la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia ha sido sometida a un hermético bloqueo por el Kuomintang. Por eso nos hemos encontrado en una situación financiera y económica extremadamente difícil. Si nuestras tropas no supiesen sino combatir, nunca hubiéramos podido salir del paso. Pero nuestras tropas de la Región Fronteriza han aprendido a producir, algunas tropas del frente también lo han conseguido, mientras que las restantes comienzan a aprender. Si en nuestros VIII Ejército y Nuevo 4.� Cuerpo de Ejército, tan heroicos y aptos para el combate, cada hombre sabe no sólo combatir y trabajar entre las masas, sino también producir, no tendremos ninguna dificultad que temer y seremos, como dice Mencio, "sin rival bajo el cielo"[1]. Este año, nuestras entidades oficiales y escuelas han hecho también grandes progresos en este sentido. Sólo una pequeña parte de sus gastos ha sido cubierta por el gobierno, mientras que la mayor parte la han satisfecho ellos mismos con su propia producción. Han cultivado el 100 por ciento de las verduras para su consumo, mientras el año pasado sólo produjeron el 50 por ciento; han aumentado considerablemente su consumo de carne gracias a la cría de cerdos y ovejas, y han establecido muchos talleres
pág. 155
para la fabricación de artículos de uso diario. Como las fuerzas armadas, las entidades oficiales y las escuelas han resuelto por sí mismas, totalmente o en su mayor parte, el problema del abastecimiento, es ahora menos lo cobrado al pueblo en forma de impuestos, circunstancia que permite a éste disfrutar en mayor medida del producto de su trabajo. Como el ejército y la población están impulsando la producción, todos tienen ropa y alimentos suficientes y viven contentos. Además, en nuestras fábricas, gracias a que se ha desarrollado la producción y los agentes secretos han sido barridos, la productividad también se ha elevado considerablemente. En toda la Región Fronteriza ha surgido un gran número de héroes del trabajo en la agricultura, la industria, las entidades oficiales, las escuelas y también en el ejército; podernos decir que la producción en la Región Fronteriza va por buen camino. Todo esto, gracias a la organización de la fuerza de las masas.
   
Organizar la fuerza de las masas constituye una política. ¿Hay una política contraria? Sí, la hay. Esta es la política que carece del punto de vista de masas, que no se apoya en ellas, ni las organiza, que no presta atención a la organización de las grandes masas en las aldeas, fuerzas armadas, entidades oficiales, escuelas y fábricas, sino únicamente a organizar al pequeño número de personas de los organismos financieros, de abastecimiento y de comercio, y que no considera la labor económica como un amplio movimiento, un vasto frente de combate, sino sólo como un medio provisional de remediar la insuficiencia de recursos financieros. Esta es la otra política, la equivocada. Tal política existió en otros tiempos en la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, pero tras años de esfuerzos para corregirla, y especialmente gracias a la conferencia de cuadros superiores celebrada el año pasado y al movimiento de masas desplegado durante el presente año, es probable que ahora sean pocos los que conservan esas ideas. En las bases de apoyo del Norte y Centro de China, la campaña de masas por la producción no se ha extendido ampliamente todavía, debido a que la guerra es intensa y los organismos dirigentes no han prestado suficiente atención a este problema. Pero, después que el Comité Central emitió sus instrucciones el 1.� de octubre de este año[2], por todas partes se están haciendo preparativos para iniciar la campaña el año próximo. En el frente, las condiciones son más difíciles que en la Región Fronteriza, no sólo porque allí se libran duros combates, sino porque algunos lugares han sido azotados por graves calamidades naturales. No obstante, a fin
pág. 156
de sostener la guerra, hacer frente a la política enemiga de "incendiarlo todo, matar a todos y saquearlo todo" y ayudar a las víctimas de las calamidades, es preciso movilizar a todo el Partido, el gobierno, el ejército y la población para que combatan al enemigo y al mismo tiempo se empeñen en la producción. Con las experiencias adquiridas en la producción en el frente durante los últimos años, y el trabajo de preparación en el terreno ideológico, organizativo y material, realizado allí este invierno, es posible, y además necesario, que una vasta campaña se inicie en el frente el próximo año. Como en las zonas del frente se combate, todavía no se puede llegar a la situación de "ropa y alimentos suficientes", pero es perfectamente posible y además imperativo "superar las dificultades mediante nuestros propios esfuerzos".
   
Actualmente, la forma más importante de organización de las masas en el terreno económico, es la cooperativa. Aunque no sea forzosamente necesario llamar cooperativas a las actividades productoras de las masas en el ejército, las entidades oficiales y las escuelas, no dejan de tener un carácter cooperativo esas actividades realizadas bajo una dirección centralizada y destinadas a satisfacer las necesidades materiales de cada sector, unidad y persona mediante la ayuda mutua y el trabajo en común. Son, por lo tanto, una especie de cooperativas.
   
Durante miles de años, ha reinado entre las masas campesinas la economía individual, en la cual cada familia u hogar constituye una unidad de producción. Esta forma de producción, individual y dispersa, es la base económica del régimen feudal y mantiene a los campesinos en permanente estado de pobreza. El único medio de terminar con tal situación es la colectivización gradual, y el único camino para realizar la colectivización, según Lenin, es a través de la cooperación[3]. En la Región Fronteriza, ya hemos establecido un gran número de cooperativas campesinas, pero son, en la actualidad, de tipo rudimentario y deben pasar por varias etapas de desarrollo antes de que puedan llegar a ser cooperativas de tipo soviético, conocidas con el nombre de koljoses. Nuestra economía es de nueva democracia, y nuestras cooperativas son todavía organizaciones de trabajo colectivo basadas en la economía individual (propiedad privada). Estas cooperativas presentan diferentes tipos. Uno de ellos lo constituyen las organizaciones de ayuda mutua en las labores agrícolas, como son las "brigadas de intercambio de trabajo" y "equipos de intercambio y arriendo de trabajo"[4]. En las antiguas zonas rojas de Chiangsí estas
pág. 157
organizaciones eran llamadas "grupos de ayuda mutua en el trabajo" o "equipos de labranza"[5], y ahora se conocen como "grupos de ayuda mutua" en algunos sectores del frente. Estas organizaciones serán buenas, siempre que sean organizaciones de ayuda mutua colectiva en las que participen las masas de modo voluntario (es inadmisible la más mínima coacción) , sea cual fuere su nombre; poco importa que estén compuestas de unos cuantos miembros, de decenas o de centenares, que únicamente agrupen a gente con plena capacidad de trabajo, o en ellas también participen personas parcialmente aptas, que la ayuda mutua se realice en cuanto a mano de obra, fuerza animal o aperos, que sus miembros incluso coman y vivan juntos durante la temporada más activa y, en fin, que esas organizaciones tengan un carácter temporal o permanente. Estos métodos de ayuda mutua colectiva son una creación de las propias masas populares. Tiempo atrás hicimos un resumen de tales experiencias de las masas en Chiangsí ; y ahora estamos resumiendo las del Norte de Shensí. En la Región Fronteriza, la ayuda mutua en el trabajo ha sido mucho más sistemática y se ha desarrollado mejor después de haber sido promovida por la conferencia de cuadros superiores del año pasado y aplicada en el curso del presente año. Muchas brigadas de intercambio de trabajo en la Región Fronteriza han hecho este año, en forma colectiva, la arada, la siembra, la escarda y la siega, y han cosechado el doble que el año pasado. Ahora que las masas han visto estos importantes resultados, sin duda el año próximo crecerá el número de los que adopten este sistema. No aspiramos a organizar en cooperativas, en un solo año, a los cientos de miles de habitantes de la Región Fronteriza que tienen plena o parcial capacidad de trabajo, pero este objetivo podremos alcanzarlo dentro de unos pocos años. Las mujeres también tienen que ser totalmente movilizadas para que participen en cierta medida en la producción. Todos los haraganes deben ser reeducados y convertidos en buenos ciudadanos, incorporándolos a la producción. En todas las bases de apoyo antijaponesas del Norte y el Centro de China es preciso organizar ampliamente, según el principio de voluntariedad de las masas, este tipo de cooperativas de producción basadas en la ayuda mutua colectiva.
   
Aparte de la cooperativa de ayuda mutua colectiva para la producción agrícola, hay otros tres tipos: la cooperativa múltiple, como la Cooperativa del Sector Sur del distrito de Yenán, que es a la vez cooperativa de producción, consumo, transporte (transporte de sal)
pág. 158
y crédito ; la cooperativa de transporte (el equipo de transporte de sal), y la cooperativa artesana.
   
Con estos cuatro tipos de cooperativas creadas por las masas, así como con las cooperativas fundadas sobre el trabajo colectivo en las unidades armadas, las entidades oficiales y las escuelas, podremos organizar la fuerza de las masas en un gran ejército de trabajo. Este es el camino obligado para la liberación de las masas, que conduce de la pobreza a la prosperidad, que lleva a la victoria en la Guerra de Resistencia. Todo comunista debe aprender a organizar el trabajo de las masas. Los comunistas provenientes de la intelectualidad también tienen que aprender a hacerlo, y basta con que estén decididos para que lo logren en seis meses o un año. Pueden ayudar a las masas a organizar la producción y a resumir sus experiencias. Cuando nuestros camaradas hayan adquirido, entre otras cosas, la capacidad de organizar el trabajo de las masas, es decir, cuando hayan aprendido a ayudar a los campesinos a elaborar sus planes de producción por familia, a formar brigadas de intercambio de trabajo, equipos de transporte de sal y cooperativas múltiples; cuando hayan aprendido a organizar la producción en el ejército, en las entidades oficiales, las escuelas y las fábricas, a dirigir la emulación en la producción, a estimular a los héroes del trabajo, a organizar exposiciones de producción y a desplegar la fuerza creadora y la iniciativa de las masas, podremos ciertamente expulsar a los imperialistas japoneses y, junto con el pueblo entero, edificar una nueva China.
   
En todo lo que hacemos, los comunistas debemos saber integrarnos con las masas. Si los miembros de nuestro Partido se pasan la vida entre cuatro paredes, a cubierto de la tempestad y apartados del mundo, ¿podrán servir para algo al pueblo chino? No, en absoluto. No necesitamos semejantes personas como miembros del Partido. Los comunistas debemos salir al encuentro de la tempestad y enfrentar el mundo : la poderosa tempestad y el vasto mundo de la lucha de masas. "Tres simples zapateros hacen un Chuke Liang"[6]; en otras palabras, las masas poseen una gran fuerza creadora. Entre el pueblo chino hay, en verdad, miles y miles de "Chuke Liang"; cada aldea, cada poblado tiene los suyos. Debemos ir a las masas, aprender de ellas, sintetizar sus experiencias y deducir de éstas principios y métodos aún mejores y sistemáticos; luego, explicarlos a las masas (hacer propaganda) y llamarlas a que los apliquen en la solución de sus problemas, a fin de alcanzar la liberación y la felicidad. Si los camaradas que realizan el trabajo civil viven aislados de las masas,
pág. 159
no conocen sus sentimientos ni les ayudan a organizar la producción ni a mejorar sus condiciones de vida; si se limitan a recoger "grano público para la salvación nacional" y no saben que para esto basta con el lo por ciento de sus energías, mientras que el 90 por ciento deben dedicarlo, ante todo, a ayudar a las masas a resolver el problema del "grano privado para la salvación del pueblo", esto quiere decir que están contaminados del estilo de trabajo del Kuomintang y cubiertos con el polvo del burocratismo. El Kuomintang no hace más que pedirle cosas al pueblo, y no le da nada en absoluto. Si un comunista se comporta de esta manera, significa que su estilo de trabajo es el del Kuomintang, que su cara está cubierta con el polvo del burocratismo, y le hace falta un buen lavado con agua caliente. A mi juicio, en el trabajo civil de todas nuestras bases de apoyo antijaponesas existe semejante estilo de trabajo burocrático y hay camaradas que, por carecer del punto de vista de masas, se aíslan de ellas. Debemos desembarazarnos resueltamente de este estilo de trabajo; sólo así podremos unirnos estrechamente con las masas.
   
Además, en nuestro trabajo en el ejército aún existe un estilo de caudillismo militar, también característico del Kuomintang, cuyas tropas están divorciadas del pueblo. Nuestras tropas deben atenerse a los principios correctos que rigen sus relaciones con el pueblo, el gobierno y el Partido, así como las relaciones entre oficiales y soldados, entre el trabajo militar y el político y entre los propios cuadros; jamás deben dejarse contaminar por el caudillismo militar. Los oficiales deben preocuparse por los soldados y no mostrarse indiferentes con ellos ni recurrir a castigos corporales. El ejército ha de preocuparse por el pueblo, sin lesionar nunca sus intereses ; debe respetar al gobierno y al Partido y jamás "independizarse" de ellos. Nuestros VIII Ejército y Nuevo 4.� Cuerpo de Ejército son las fuerzas armadas del pueblo; siempre han sido y siguen siendo excelentes y constituyen las mejores tropas del país. Pero no puede negarse que, en los últimos años, ha surgido cierto caudillismo militar. Algunos camaradas del ejército se han vuelto arrogantes y se comportan de manera arbitraria con los soldados, el pueblo, los organismos gubernamentales y las organizaciones del Partido. Siempre reprochan a los camaradas encargados del trabajo civil y nunca se reprochan a sí mismos. Sólo ven sus éxitos, pero no sus deficiencias. únicamente les gusta escuchar lisonjas, y no críticas. Este fenómeno ha existido, por ejemplo, en la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia. Como resultado de la conferencia de cuadros superiores y de la conferencia de cuadros del
pág. 160
ejército y el gobierno, celebradas el año pasado, y de las campañas de apoyar al gobierno y amar al pueblo y de apoyar al ejército, llevadas a cabo este año durante las Fiestas de la Primavera[7], esta tendencia ha sido básicamente superada, pero quedan algunas supervivencias que debernos continuar esforzándonos por liquidar. Este mal se observa también en las bases de apoyo del Norte y Centro de China; allí las organizaciones del Partido y las unidades del ejército deben esforzarse por erradicarlo.
   
Ya sea el burocratismo en el trabajo civil o el caudillismo militar en el trabajo dentro del ejército, el mal tiene el mismo carácter: aislamiento respecto de las masas. La inmensa mayoría de nuestros camaradas son buenos. Aquellos que padecen de este mal pueden corregirlo una vez que se les haya criticado y señalado sus errores. No obstante, deben autocriticarse, afrontar las tendencias erróneas y corregirlas seriamente. Quien no critica la tendencia al burocratismo en el trabajo civil o la tendencia al caudillismo militar en el trabajo dentro del ejército, es porque quiere conservar el estilo del Kuomintang y dejar el polvo del burocratismo y del caudillismo militar sobre su cara antes limpia, lo cual significa que no es un buen comunista. Si eliminamos esas dos tendencias, se desarrollará con éxito todo nuestro trabajo, incluyendo naturalmente la campaña por la producción.
   
Nuestra Región Fronteriza ha adquirido un aspecto totalmente nuevo, gracias a los inmensos éxitos obtenidos en la producción, tanto por las masas campesinas como por las entidades oficiales, escuelas, unidades armadas y fábricas, y gracias también al extraordinario progreso en las relaciones entre ejército y pueblo. Todo esto prueba que nuestros camaradas han fortalecido su punto de vista de masas y han dado un gran paso en su integración con el pueblo. Sin embargo, no debemos darnos por satisfechos, tenemos que seguir practicando la autocrítica y haciendo nuevos avances. También hay que seguir fomentando la producción. Como nuestra cara puede ensuciarse de polvo, debemos lavárnosla a diario ; como el suelo puede cubrirse de polvo, debemos barrerlo todos los días. Aunque el burocratismo en nuestro trabajo civil y el caudillismo militar en nuestro trabajo dentro del ejército han sido esencialmente superados, estas nocivas tendencias pueden volver a surgir. Estamos rodeados por todos lados por el imperialismo japonés y las fuerzas reaccionarias de China, y vivimos en medio de la pequeña burguesía, reacia a la disciplina; de ahí que la polvareda extremadamente nociva del burocratismo y del caudillismo militar lleguen cada día a nuestra cara. Por eso, nunca debemos
pág. 161
sentirnos satisfechos con nuestros éxitos. Tenemos que refrenar la autosatisfacción y criticar constantemente nuestros defectos, al igual que nos lavamos la cara y barremos el suelo todos los días para quitarles el polvo y mantenerlos limpios.
   
Héroes del trabajo y trabajadores modelo en la producción: Ustedes son dirigentes del pueblo y han obtenido muchos éxitos en su trabajo. Espero que no se duerman sobre los laureles, y que, cuando vuelvan a las subregiones de Kuanchung, Lungtung, Sampien, Suite y los distritos dependientes de la subregión de Yenán[8], cuando regresen a sus entidades, escuelas, unidades militares o fábricas, se coloquen a la cabeza del pueblo, de las masas, para cumplir mejor con el trabajo, y sobre todo, que organicen a las masas en cooperativas, ateniéndose al principio de voluntariedad, que las organicen mejor y en mayor número. Espero que, a su regreso, hagan todo eso y lo propaguen, de modo que, para el próximo año, cuando se inaugure una nueva conferencia de héroes del trabajo, hayamos obtenido resultados aún más notables.
   
* Discurso pronunciado por el camarada Mao Tse-tung en la recepción organizada en honor de los héroes del trabajo de la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia.
From Marx |
Apuntos sobre |
pág. 161
[1]
Cita del Mencio, libro III.
[pág. 154]
[2]
Se refiere al trabajo "Desplegar en las bases de apoyo las campañas por la reducción de los arriendos, por la producción y de apoyar al gobierno y amar al pueblo", en el presente tomo.
[pág. 155]
[3]
Véase V. I. Lenin, "Sobre la cooperación".
[pág. 156]
[4]
Las "brigadas de intercambio de trabajo" y los "equipos de intercambio y arriendo de trabajo" eran organizaciones de ayuda mutua colectiva en la producción agrícola establecidas en la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia. El "intercambio de trabajo" era un método por el cual los campesinos reajustaban entre sí la fuerza de trabajo. Se intercambiaban jornadas de hombre por jornadas de hombre, jornadas de buey por jornadas de buey, jornadas de hombre por jornadas de buey, etc. Los campesinos que pertenecían a la brigada de intercambio de trabajo, aportaban su propia fuerza de trabajo o la fuerza animal de que disponían para cultivar en forma colectiva y rotativa las parcelas de cada familia miembro. La jornada de trabajo se tomaba como unidad para la liquidación de las cuentas. Aquellos que habían contribuido con menos jornadas de trabajo, de hombre o de animal, tenían que pagar la diferencia a los que habían aportado más. Los "equipos de intercambio y arriendo de trabajo" estaban formados generalmente por campesinos con tierra insuficiente. Los pertenecientes a estas organizaciones principalmente se contrataban en equipo para aquellas Familias que estaban escasas de brazos, y además, intercambiaban fuerza de trabajo para ayudarse entre sí.
[pág. 156]
pág. 162
[5]
Véase "Nuestra política económica", nota 2, Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. I.
[pág. 157]
[6]
Chuke Liang (181-234), hombre de Estado y estratega de la antigüedad china, que ha sido convertido por la leyenda popular en símbolo del ingenio y la sabiduría.
[pág. 158]
[7]
Celebración del Año Nuevo en el calendario lunar chino.
[pág. 160]
[8]
La Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia estaba dividida entonces en las mencionadas cinco subregiones.
[pág. 161]
From Marx to Mao |