Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1962
PEKIN 1976
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
pág. 355
15 de febrero de 1949
    El régimen reaccionario del Kuomintang se derrumba con mayor rapidez de lo que se suponía. Sólo han pasado un poco más de cuatro meses desde que el Ejército Popular de Liberación tomó a Chinán y un poco más de tres meses desde que conquistó a Shenyang, y todo lo que queda de las fuerzas del Kuomintang en los terrenos militar, político, económico, cultural y de propaganda se encuentra ya irremediablemente dividido y desintegrado. El derrumbe general del régimen del Kuomintang comenzó por las campañas de Liaosi-Shenyang y Peiping-Tientsín en el frente Norte y la campaña de Juai-Jai en el frente Sur. En menos de cuatro meses, desde comienzos de octubre del año pasado hasta fines de enero del presente, estas tres campañas le costaron al Kuomintang más de 1.540.000 bajas, incluidas 144 divisiones enteras de sus tropas regulares. El derrumbe general del régimen del Kuomintang es el resultado inevitable de las grandes victorias del pueblo chino en su Guerra de Liberación y en su movimiento revolucionario, pero los clamores de "paz" del Kuomintang y de sus amos norteamericanos también han contribuido mucho a acelerar este derrumbe. El 1� de enero del presente año, los reaccionarios del Kuomintang se pusieron a levantar una roca, llamada "ofensiva de paz", con la intención de arrojarla sobre el pueblo chino; pero esta roca les ha caído ahora en sus propios pies, o más exactamente, ha aplastado de arriba abajo al Kuomintang. Además del general Fu Tsuo-yi, que ha ayudado al Ejército Popular de Liberación a lograr la solución pacífica del problema de Peiping, hay por todas partes mucha gente que desea una solución pacífica. Los norteamericanos
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siguen la situación con furia impotente, porque sus hijuelos han defraudado sus esperanzas. En realidad, esta arma mágica, la ofensiva de paz, salió de fábricas norteamericanas y fue entregada como obsequio al Kuomintang hace más de medio año. Leighton Stuart mismo dejó escapar el secreto. Luego que Chiang Kai-shek hizo público su llamado "mensaje de Año Nuevo", Stuart declaró a un corresponsal de la Agencia Central de Noticias: He aquí "por lo que yo mismo he venido trabajando consecuentemente". Según las agencias noticiosas norteamericanas, dicho corresponsal perdió su tazón de arroz por haber publicado esta observación "no publicable". Durante largo tiempo, la camarilla de Chiang Kai-shek no se atrevió a obedecer a esta orden norteamericana por una razón que se explica con toda claridad en una directiva dada el 27 de diciembre del año pasado por el Departamento de Propaganda del Comité Ejecutivo Central del Kuomintang:
"Si no podemos proseguir la guerra, tampoco podemos hacer la paz. Si podemos proseguir la guerra, entonces hablar de paz no hace más que desmoralizar a las tropas y al pueblo. He aquí por qué, podamos o no proseguir la guerra, tenemos todo que perder y nada que ganar al hablar de paz "
El Kuomintang dio esta directiva en ese momento, porque algunas de sus fracciones propugnaban ya negociaciones de paz. El 25 de diciembre pasado, Pai Chung-si y el Consejo Consultivo Provincial de Jupei bajo su dirección, plantearon el problema de una "solución pacífica"[1] ante Chiang Kai-shek, quien se vio obligado a hacer, el 1� de enero, una declaración en que hablaba de negociar la paz sobre la base de sus cinco condiciones, Esperaba birlar a Pai Chung-si la patente de invención de la ofensiva de paz y continuar su vieja dominación bajo un nuevo rótulo. El e de enero envió a Chang Chün a la ciudad de Jankou para procurarse el apoyo de Pai Chung-si y; ese mismo día, pidió a los Gobiernos de los EE.UU.; Inglaterra, Francia y la Unión Soviética que intervinieran en la guerra civil de China[2]. Pero todas estas jugadas fracasaron por completo. La declaración hecha el 14 de enero por Mao Tse-tung, Presidente del Partido Comunista de China, propinó un golpe fatal al complot de Chiang Kai-shek encaminado a una paz fingida y lo obligó a retirarse una semana más tarde tras los bastidores. Chiang Kai-shek; Li Tsung-yen y los norteamericanos habían hecho toda clase de disposiciones para este complot y esperaban representar juntos un buen
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espectáculo de títeres; pero el resultado fue contrario a sus expectativas: no sólo el público fue disminuyendo cada vez más, sino que los actores mismos fueron desapareciendo de la escena uno tras otro. En Fengjua, Chiang Kai-shek continúa dirigiendo, "en calidad de retirado", los remanentes de sus fuerzas; pero ha perdido su realidad legal, y es cada día más escaso el número de los que creen en él. el "Yuan Ejecutivo" de Sun Fo ha proclamado por propia iniciativa "el traslado del Gobierno a Cantón"; se ha independizado no sólo del "presidente" y del "presidente interino", sino también del "Yuan Legislativo" y del "Yuan de Control". El "Yuan Ejecutivo" de Sun Fo llama a la guerra[3], pero el "Ministerio de Defensa Nacional", encargado de hacer la guerra, no se encuentra ni en Cantón ni en Nankín, y de él sólo se sabe que su vocero se encuentra en Shanghai. De esta manera, lo que Li Tsung-yen puede contemplar desde las murallas de la "Ciudad de Piedra" no es más que
" . . . el cielo abatido sobre las tierras de Wu y Chu,
Ninguna de las órdenes dictadas por Li Tsung-yen, desde que asumió su cargo el 21 de enero, ha sido puesta en ejecución. Aunque el Kuomintang ya no tiene ningún "gobierno" "general" y aunque en muchos lugares se prosiguen actividades por una paz local, los recalcitrantes del Kuomintang se oponen a la paz local y exigen una "paz general". En realidad, su propósito es rechazar la paz con la vana esperanza de proseguir la guerra; tienen un miedo tremendo de que estas actividades por la paz local se extiendan hasta tal punto que escapen a su control. La farsa de pedir una "paz general", montada por el Kuomintang, dividido y desintegrado, culminó con la declaración hecha el 9 de febrero, en Shanghai, por el criminal de guerra Teng Wen-yi, jefe del Buró de Labor Política del espurio Ministerio de Defensa Nacional. Al igual que Sun Fo, repudió Teng Wen-yi la declaración del 22 de enero de Li Tsung-yen, en la cual éste aceptaba las ocho condiciones de paz del Partido Comunista de China como base para las negociaciones; exigió, en cambio, "una paz en pie de igualdad, una paz general", sin la cual, dijo, "no nos detendremos ante ningún sacrificio y lucharemos contra los comunistas hasta el final". Pero Teng Wen-yi se olvidó de señalar con quién ahora debemos nosotros, sus adversarios, negociar "una paz en pie de igualdad, una paz general". Parece que dirigimos a Teng Wen-yi no nos llevará a ninguna parte, y no dirigimos a Teng Wen-yini a cualquier
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otro tampoco nos llevará a parte alguna. He aquí lo que deja perpleja a la gente. Según un despacho del 9 de febrero de la Agencia Central de Noticias desde Shanghai:
"Un periodista preguntó a Teng Wen-yi: '¿Ha aprobado el Presidente interino Li los cuatro puntos de la declaración de usted[5]?' Teng Wen-yi contestó: `Yo hablo de conformidad con la posición del Ministerio de Defensa Nacional; los cuatro puntos enunciados hoy no han sido sometidos previamente al Presidente interino Li.'"
Aquí Teng Wen-yi no sólo inventa una posición parcial atribuida al espurio Ministerio de Defensa Nacional para distinguirla de la posición general del espurio gobierno del Kuomintang, sino que inventa en realidad una posición aún más parcial del Buró de Labor Política del espurio Ministerio de Defensa Nacional para distinguirla de la posición parcial del espurio Ministerio de Defensa Nacional, porque Teng Wen-yi se opone abiertamente a la solución pacífica de Peiping y la difama, mientras que el espurio Ministerio de Defensa Nacional la saludó el 27 de enero como acto "para acortar la duración de la guerra, lograr la paz . . . y preservar de este modo los cimientos de la antigua capital Peiping, así como sus objetos culturales y monumentos históricos", y agregó que "el cese de las hostilidades se efectuará" de la misma manera en lugares como Tatung y Suiyuán[6]. Por todo esto se ve que los reaccionarios que con la mayor energía claman por una "paz general", son justamente los reaccionarios que se atienen lo menos a una posición general. Un tal Buró de Labor Política del Ministerio de Defensa Nacional se permite contradecir a su Ministerio, e incluso al presidente interino. Estos reaccionarios constituyen hoy el mayor obstáculo para la realización de la paz en China. Sueñan con hacer agitación en pro de una guerra general al socaire de la consigna de "paz general". Para citar sus propias palabras, "si ha de haber guerra, que sea una guerra general; si ha de haber paz, que sea una paz general". Sin embargo, en realidad no tienen fuerza ni para realizar una paz general ni para hacer una guerra general. La fuerza está en las manos del pueblo chino, del Ejército Popular de Liberación, del Partido Comunista de China y de los otros partidos democráticos, y no en las de un Kuomintang en plena división y desintegración. Una parte posee toda la fuerza, mientras la otra está irremediablemente dividida y desintegrada; he aquí el resultado de la prolongada lucha del pueblo chino y de las
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fechorías largo tiempo perpetradas por el Kuomintang. Ninguna persona seria puede pasar por alto este hecho fundamental de la situación política en la China de hoy.
Sin nada que al encuentro de los ojos acuda." [4]
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[1]
Pai Chung-si, comandante en jefe de las tropas kuomintanistas para el "exterminio de bandidos" en el centro de China, aprovechando la situación extremadamente desfavorable para Chiang Kai-shek en esa época, propuso a éste el 25 de diciembre de 1948 una "solución pacífica" de la guerra civil, con el propósito de obligarlo a abandonar el Poder y de reforzar la posición de la camarilla de Kuangsí a la cual él mismo pertenecía. Bajo la dirección de Pai Chung-si, el espurio Consejo Consultivo Provincial de Jupei envió un telegrama a Chiang Kai-shek, en el cual le advertía que "si continúa extendiéndose el desastre de la guerra y no se intenta nada para cambiar inmediatamente de rumbo, quedarán arruinados tanto el Estado como el pueblo", y le pedía "seguir el curso normal de solución política y buscar los medios para reanudar las negociaciones de paz".
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[2]
La solicitud de intervención fue rechazada por los Gobiernos de los EE.UU.; Inglaterra, Francia y la Unión Soviética. En su memorándum dirigido el 12 de enero al gobierno del Kuomintang, el Gobierno norteamericano explicó que los EE.UU. rechazaban la solicitud porque "no se cree que pueda servir para ningún propósito útil": Esta negativa significaba que el Gobierno de los EE.UU. sentía que ya no le era posible evitar el hundimiento del régimen reaccionario de Chiang Kai-shek, al que él mismo había mantenido.
[pág. 356]
[3]
El 6 y 7 de febrero de 1949, Sun Fo, presidente del espurio Yuan Ejecutivo del gobierno del Kuomintang, hizo en Cantón dos declaraciones en que se oponía a la declaración de Li Tsung-yen sobre la aceptación de las ocho condiciones de paz propuestas por el Partido Comunista de China como base para las negociaciones: Dijo que "el Gobierno funciona en Cantón, adonde se ha trasladado, y debemos hacer un examen crítico de nuestro pasado". Manifestó también que "es absolutamente inaceptable la condición relativa al castigo de los criminales de guerra, planteada por los comunistas".
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[4]
Cita de un poema de Sadul, poeta chino del siglo XIV, dinastía Yuan. La primera mitad del poema dice:
"Desde las murallas de la Ciudad de Piedra,
"Ciudad de Piedra" es un antiguo nombre de Nankín. Por Wu y Chu se entienden, en sentido amplio, las zonas del curso medio e inferior del Yangtsé.
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[5]
En su declaración titulada "Perspectivas de la paz y la guerra", Teng Wen-yi enunció los "cuatro puntos" siguientes: 1) "el Gobierno desea la paz"; 2) "el Partido Comunista de China desea la guerra"; 3) "La paz local en Peiping resulta un engaño"; 4) "No nos detendremos ante ningún sacrificio y lucharemos contra los comunistas hasta el final".
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[6]
Después de la liberación de Tientsín y Peiping, en el Norte de China sólo quedaban en manos de las fuerzas del Kuomintang unos pocos puntos aislados; entre ellos Taiyuán; Tatung; Sinsiang, Anyang y Kuisui: Las tropas enemigas de Taiyuán fueron completamente aniquiladas el 24 de abril de 1949. Las de Tatung se sometieron a una reorganización pacífica el 1� de mayo: Las de Sinsiang se rindieron el 5 de mayo. Las de Anyang fueron aniquiladas el 6 de mayo. Kuisui fue liberado pacíficamente el 19 de septiembre.
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Se ve el cielo abatido sobre lar tierras de Wu y Chu,
Sin nada que al encuentro de los ojos acuda.
Donde otrora se alzaron fortalezas de las Seis Dinastías,
Sólo verdes montañas se yerguen.
Al sol ocultaban los estandartes,
Las nubes tocaban los mástiles de los bajeles de guerra,
Y allí osamentas blancas como la nieve yacen dispersas.
¡Cuántos guerreros caídos
Al Norte y al Sur del gran río!"
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