Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1962
PEKIN 1976
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
pág. 111
1� de octubre de 1946
    1. La directiva del Comité Central del 20 de julio acerca de la situación actual[1] afirma: ". . . podemos derrotar a Chiang Kai-shek. Todo el Partido debe tener plena confianza en esto." Los combates de julio, agosto y septiembre han probado la justeza de este juicio.
    2. Aparte de las contradicciones políticas y económicas fundamentales que Chiang Kai-shek no puede resolver y que son la causa principal de nuestra segura victoria y de su inevitable derrota, ha surgido en lo militar una aguda contradicción entre el frente de batalla demasiado extenso de Chiang Kai-shek y su escasez de tropas. Esta contradicción será inevitablemente la causa directa de nuestra victoria y de la derrota de Chiang Kai-shek.
    3. Las fuerzas regulares de Chiang Kai-shek que atacan las regiones liberadas suman más de 190 brigadas, sin contar las tropas títere, las fuerzas de preservación de la seguridad y las unidades de la policía de comunicaciones. Además de estas tropas, el enemigo puede, a lo sumo, trasladar todavía parte de sus tropas del Sur al Norte como refuerzos; pero después de eso le será difícil enviar más. De las 190 y tantas brigadas, 25 han sido aniquiladas por nuestro ejército en los últimos tres meses. En esta cifra no se incluye a las fuerzas que aniquilamos en el Nordeste de febrero a junio de este año.
    4. De las 190 y tantas brigadas de Chiang Kai-shek, cerca de la mitad tiene que cumplir servicios de guarnición; sólo un poco más de la mitad puede ser puesta en campaña. Y cuando estas tropas de campaña lleguen a ciertas regiones, una parte, e incluso la mayoría, tendrá que pasar a hacer servicios de guarnición. Las fuerzas enemigas de campaña irán mermando forzosamente en el curso de los combates, porque, de un lado, las iremos aniquilando continuamente y, del otro, muchas de ellas tendrán que cumplir servicios de guarnición.
   
5. De las veinticinco brigadas que destruimos en los últimos tres meses, siete estaban al mando de Tang En-po (anteriormente de
   
* Directiva interna del Partido Comunista de China redactada por el camarada Mao Tse-tung en nombre del Comité Central, La directiva resumía detalladamente las experiencias adquiridas en los tres meses de combate a partir del estallido de la guerra civil de amplitud nacional en julio de 1946, establecía la estrategia y las tareas de combate del Ejército Popular de Liberación desde allí en adelante y señalaba que, después de vencer un período de dificultades, obtendríamos de seguro la victoria en la Guerra Popular de Liberación. La directiva también explicaba, en principio, los problemas que era necesario resolver en apoyo de la Guerra Popular de Liberación y en coordinación con ella, tales como la reforma agraria, el desarrollo de la producción en las regiones liberadas, el fortalecimiento de la dirección de las luchas de masas en las regiones del Kuomintang y otros problemas pertinentes.
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Li Mo-an), dos al de Süe Yue, siete al de Ku Chu-tung (anteriormente de Liu Chi), dos al de Ju Tsung-nan, cuatro al de Yen Si-shan, dos al de Wang Yao-wu y una al de Tu Yu-ming. Sólo los cuatro grupos al mando de Li Tsung-yen, Fu Tsuo-yi, Ma Jung-kui y Cheng Chien todavía no han recibido golpes de nuestro ejército; los siete grupos restantes han recibido golpes severos o bien los primeros golpes. Los grupos que han recibido golpes severos son los de Tu Yu-ming (tomando en cuenta los combates en el Nordeste, de febrero a junio de este año), Tang En-po, Ku Chu-tun y Yen Si-shan. Los grupos que han recibido los primeros golpes son los de Süe Yue, Ju Tsung-nan y Wang Yao-wu. Todo esto prueba que nuestro ejército puede derrotar a Chiang Kai-shek.
   
6. Nuestra tarea en el próximo período es aniquilar otras veinticinco brigadas enemigas, más o menos. el cumplimiento de esta tarea hará posible detener la ofensiva de Chiang Kai-shek y recuperar parte del territorio perdido. Se puede predecir que, después de aniquilar esta segunda tanda de veinticinco brigadas, nuestro ejército podrá, con seguridad, conquistar la iniciativa estratégica y pasar de la defensiva a la ofensiva. Nuestra tarea entonces será destruir una tercera tanda de veinticinco brigadas enemigas. Si lo logramos, podremos recuperar la mayor parte e incluso el total del territorio perdido y ampliar las regiones liberadas. Para entonces, la correlación de las fuerzas militares entre el Kuomintang y el Partido Comunista habrá experimentado indudablemente un tremendo cambio. A fin de lograrlo, debemos desarrollar el gran éxito alcanzado en los últimos tres meses, esto es, la destrucción de veinticinco brigadas enemigas; y aniquilar, en los próximos tres meses, otras veinticinco más o menos. Esta es la clave para cambiar la situación del enemigo y la nuestra[2].
   
7. En los últimos tres meses hemos perdido algunas decenas de ciudades medianas y pequeñas, tales como Juaiyin, Jetse, Chengte y
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Chining. Era inevitable abandonar la mayoría de ellas, y correcto hacerlo temporalmente por nuestra propia iniciativa. Nos vimos forzados a abandonar algunas otras porque no combatimos bien. En todo caso, podremos recuperar nuestro territorio perdido con tal que luchemos bien de ahora en adelante. Es posible que en el futuro aún no podamos impedir que algunos territorios caigan en manos del enemigo, pero podremos recuperarlos todos más tarde. En cada región hay que examinar las experiencias de la lucha, a fin de extraer lecciones y evitar la repetición de los errores.
   
8. En los últimos tres meses, nuestro Ejército de Liberación de las Planicies Centrales ha mostrado una tenacidad sin paralelo al sobreponerse a las dificultades y penalidades. Una parte de este Ejército se ha trasladado a las regiones liberadas antiguas, y sus fuerzas principales han establecido dos bases de guerrillas en el Sur de Shensí y el Oeste de Jupei[3]. Además, tanto en el Este como en el centro de Jupei, hay tropas nuestras que mantienen con toda firmeza la guerra de guerrillas. Todo esto ha ayudado mucho y sigue ayudando a los combates en las regiones liberadas antiguas, y desempeñará en adelante un papel aún mayor en la guerra larga.
   
9. En los últimos tres meses de guerra hemos entretenido; al Sur de la Gran Muralla, varias de las mejores unidades que Chiang Kai-shek proyectaba en un principio enviar al Nordeste, donde hemos ganado así tiempo para el descanso, adiestramiento y consolidación de nuestras tropas y para la movilización de las masas. Esto tiene también una gran significación para nuestras luchas futuras.
   
10. El concentrar una fuerza superior para aniquilar las unidades enemigas una por una es el único método correcto de combate, método que hemos empleado en los últimos tres meses para destruir las veinticinco brigadas enemigas. Sólo por medio de la concentración de una fuerza seis, cinco, cuatro o, por lo menos, tres veces la del enemigo, podremos aniquilar a éste con eficacia. Esto debe hacerse tanto en las campañas como en las operaciones tácticas. Este método de combate lo deben dominar no sólo los mandos superiores; sino también los cuadros de los grados medios e inferiores.
   
11. En los últimos tres meses, nuestro ejército ha destruido, además de veinticinco brigadas regulares del enemigo, una cantidad considerable de otras fuerzas reaccionarias, tales como tropas títere, fuerzas de preservación de la seguridad y unidades de la policía de comunicaciones; éste es también un gran éxito. Debemos continuar aniquilando semejantes tropas en gran número.
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12. La experiencia de los últimos tres meses prueba que, para causar diez mil bajas al enemigo, tenemos que pagar el precio de dos mil a tres mil bajas nuestras. Esto es inevitable. Para sostener una guerra larga (en todas las regiones, todo asunto debe considerarse desde el punto de vista de una guerra como ésta), debemos engrosar a nuestro ejército de modo planificado, asegurar a nuestras tropas de campaña efectivos completos y preparar gran número de cuadros militares. Debemos fomentar la producción y regular las finanzas de modo planificado y llevar firmemente a efecto los siguientes principios: desarrollar la economía y garantizar el abastecimiento, practicar una dirección unificada y una administración descentralizada, y dar la debida consideración tanto al ejército como al pueblo, a los intereses públicos como a los individuales.
   
13. La experiencia de estos tres meses prueba que las tropas que, durante la tregua de enero a junio, intensificaron su adiestramiento militar de acuerdo con las directivas del Comité Central (el cual ha indicado repetidamente a las diversas regiones que deben considerar el adiestramiento de las tropas, el fomento de la producción y la reforma agraria como tareas centrales), han demostrado una eficacia combativa muy superior a la de las tropas que no lo hicieron. De ahora en adelante, todas las regiones deben utilizar los intervalos entre las batallas para intensificar el adiestramiento. Todas las unidades del ejército deben reforzar su trabajo político.
   
14. La experiencia de estos tres meses prueba que, en los lugares donde se aplicó firme y rápidamente la "Directiva del 4 de mayo"[4] y se resolvió radical y cabalmente el problema agrario, los campesinos se han puesto del lado de nuestro Partido y de nuestro ejército en la lucha contra los ataques de las tropas de Chiang Kai-shek. Los campesinos se han mantenido a la expectativa en los lugares donde no se aplicó con firmeza dicha Directiva, o se adoptaron demasiado tarde las medidas para su realización, o se dividió mecánicamente el trabajo en etapas, o se desatendió la reforma agraria so pretexto de las preocupaciones militares. En los próximos meses, todas las regiones, por muy ocupadas que estén con la guerra, deben conducir resueltamente a las masas campesinas a solucionar el problema agrario y planear, sobre la base de la reforma agraria, la producción en gran escala para el año que viene.
   
15. La experiencia de estos tres meses prueba que allí donde están bien organizadas las milicias populares, los destacamentos guerrilleros, los equipos de trabajo armados[5] y otras fuerzas armada
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locales, podemos controlar vastas zonas rurales aunque muchos puntos y líneas de comunicación queden temporalmente ocupados por el enemigo. En cambio, allí donde las fuerzas armadas locales son débiles y la dirección deficiente, el enemigo disfruta de mayores facilidades. En adelante, debemos fortalecer la dirección del Partido y, en las zonas ocupadas temporalmente por el enemigo, desarrollar las fuerzas armadas locales, proseguir firmemente la guerra de guerrillas, defender los intereses de las masas y luchar contra las actividades de los reaccionarios.
   
16. Los tres meses de guerra casi han agotado las reservas del Kuomintang y han debilitado seriamente su fuerza militar en las regiones bajo su dominación. Al mismo tiempo, el hecho de que el Kuomintang haya reanudado el reclutamiento forzoso y el cobro de los tributos en grano[6] ha suscitado el descontento del pueblo y ha creado una situación favorable para el desarrollo de las luchas de masas. todo el Partido debe fortalecer la dirección de las luchas de masas en las regiones del Kuomintang e intensificar el trabajo de desintegrar al ejército kuomintanista.
   
17. Los reaccionarios del Kuomintang, al dictado de los EE.UU., han violado el acuerdo de tregua y las resoluciones de la Conferencia Consultiva Política de enero de este año, y están decididos a hacer la guerra civil con el intento de destruir las fuerzas democráticas populares. Todas sus palabras hermosas no son más que engañifas; debemos denunciar todas las maquinaciones de los EE.UU. y de Chiang Kai-shek.
   
18. En el curso de estos tres meses, las más amplias capas populares en las regiones del Kuomintang, y entre ellas la burguesía nacional[7], han llegado rápidamente a comprender mejor que el Kuomintang y el Gobierno de los EE.UU. trabajan coludimos, que han iniciado la guerra civil y que oprimen al pueblo. Son cada vez más numerosas las personas que comprenden la verdad de que la mediación de Marshall es un fraude y el Kuomintang es el archicriminal de la guerra civil. Las amplias masas, desilusionadas de los EE.UU. y del Kuomintang, depositan ahora sus esperanzas en la victoria de nuestro Partido. Esta situación política interior es en extremo favorable. La política reaccionaria del imperialismo norteamericano provoca un creciente descontento entre las amplias masas populares de todos los países. Se eleva cada día el nivel de la conciencia política de los pueblos del mundo. Crece cada vez más la lucha democrática popular en todos los países capitalistas, se ha incrementado notable-
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mente la fuerza de los Partidos Comunistas en muchos países, y será imposible para los reaccionarios someterlos. Se acrecientan diariamente el poderío de la Unión Soviética y su prestigio entre los pueblos. Los reaccionarios norteamericanos y los reaccionarios por ellos sostenidos en otros países van quedando fatalmente más y más aislados. Esta situación política internacional es en extremo favorable. La situación, tanto interior como exterior, difiere mucho de la existente después de la Primera Guerra Mundial. Desde la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas revolucionarias han crecido enormemente. Podemos vencer a los reaccionarios chinos y extranjeros, por muy desenfrenados que sean (este desenfreno es históricamente inevitable y no tiene nada de extraño). Los camaradas dirigentes en todas las regiones deben explicar esto a fondo a aquellos camaradas del Partido que se muestren pesimistas con respecto al futuro de la lucha a causa de su deficiente comprensión de la favorable situación nacional e internacional. Es preciso comprender que el enemigo aún tiene fuerza, que nosotros mismos aún tenemos ciertas debilidades y que la lucha todavía será, por su naturaleza, larga y cruel. Pero podemos conseguir sin falta la victoria. La comprensión y la convicción de ello deben arraigar sólidamente en todo el Partido.
   
19. Los próximos meses constituirán un período importante y difícil. Debemos movilizar con vigor a todo el Partido y emprender operaciones militares planeadas con esmero para cambiar de manera radical la situación militar. Todas las regiones deben poner resueltamente en ejecución las directivas arriba mencionadas y hacer lo posible por lograr un cambio radical en la situación militar.
   
[Nota -- En el texto impreso, la siguiente nota del editor empieza al pie de la página que sigue. -- DJR]
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Apuntes sobre |
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[1]
Véase el presente tomo, págs. 87-93 "Derrotar la ofensiva de Chiang Kai-shek mediante una guerra en defensa propia".
[pág. 111]
[2]
Acontecimientos posteriores mostraron que la situación del enemigo y la nuestra comenzaron a cambiar en julio de 1947, cuando el Ejército Popular de Liberación de Shansí-Jopei-Shantung-Jonán forzó el cruce del río Amarillo y marchó hacia las montañas Tapie. Por ese entonces, el Ejército Popular de Liberación había combatido ya doce meses y aniquilado alrededor de un centenar de brigadas enemigas, con un promedio de ocho por mes. Esto sobrepasó el cálculo hecho en este artículo porque, con el apoyo del imperialismo norteamericano, Chiang Kai-shek había lanzado todas sus fuerzas disponibles a la ofensiva.
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[3]
A fines de junio de 1946, las tropas del Ejército de Liberación de las Planicies Centrales; dirigidas por Li Sien-nien, Cheng Wei-san y otros camaradas, realizaron por propia iniciativa un desplazamiento estratégico y rompieron victoriosamente el cerco de trescientos mil soldados del Kuomintang: Las unidades trasladadas a las regiones liberadas antiguas, mencionadas aquí por el camarada Mao Tse-tung, eran las dirigidas por Wang Chen y otros camaradas; entraron en la región fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia después de romper el cerco. La base de guerrillas en el Sur de Shensí fue creada por una parte de las fuerzas principales del Ejército de Liberación de las Planicies Centrales; incluía Lushi y Sichuan, en el Oeste de Jonán; y Luonan y Shanyang, en el Sur de Shensí. La base de guerrillas en el Oeste de Jupei fue establecida por otra parte del mismo Ejército en el Noroeste de Jupei, con las montañas Wutang como centro.
[pág. 113]
[4]
Se refiere a la "Directiva acerca del problema agrario" dada por el Comité Central del Partido Comunista de China el 4 de mayo de 1946. Después de la rendición del Japón, en vista de que los campesinos reclamaban con insistencia la tierra, el Comité Central decidió cambiar la política agraria del período de la Guerra de Resistencia, substituyendo la reducción de los arriendos y los intereses por la confiscación de la tierra de los terratenientes para su distribución entre los campesinos. La "Directiva del 4 de mayo" marcó este cambio.
[pág. 114]
[5]
Los equipos de trabajo armados eran pequeños grupos que penetraban en lo profundo de las regiones ocupadas por el enemigo para organizar a las masas y asestar golpes al enemigo. Estos equipos se formaban de cuadros provenientes de distintas organizaciones: el Partido Comunista; los gobiernos de las regiones liberadas, el ejército popular y las organizaciones de masas, y disponían de cierta cantidad de armas. Era una Forma de organización conveniente para las actividades en las regiones ocupadas por el enemigo.
[pág. 114]
[6]
Se refiere a los impuestos en cereales sobre la tierra.
[pág. 115]
[7]
La burguesía nacional es el sector de la burguesía que tiene poca o ninguna conexión con el imperialismo, a diferencia del sector de la burguesía que depende estrechamente de éste y que es de carácter comprador; o sea; la gran burguesía o la clase capitalista burocrática.
[pág. 115]
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