Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1962
PEKIN 1976
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)
pág. 95
Agosto de 1946
    Strong : ¿Cree usted que hay esperanzas de un arreglo político, pacífico, de los problemas de China en un futuro cercano?
   
Mao : Eso depende de la actitud del Gobierno de los EE.UU. Si el pueblo norteamericano sujeta el brazo de los reaccionarios norteamericanos que ayudan a Chiang Kai-shek a hacer la guerra civil, hay esperanzas de paz.
   
Strong : En caso de que los EE.UU. no presten más ayuda a Chiang Kai-shek, aparte de la ya prestada[1], ¿cuánto tiempo podría Chiang Kai-shek seguir combatiendo?
   
Mao : Más de un año.
   
Strong : ¿Puede Chiang Kai-shek mantenerse económicamente tanto tiempo?
   
Mao : Puede.
   
Strong : ¿Y si los EE.UU. manifestaran que no van a dar más ayuda a Chiang Kai-shek de ahora en adelante?
   
Mao : No hay aún ninguna señal de que el Gobierno de los EE.UU. y Chiang Kai-shek tengan el menor deseo de detener pronto la guerra.
   
Strong : ¿Cuánto tiempo puede mantenerse el Partido Comunista?
   
Mao : En lo que concierne a nuestro deseo, no quisiéramos combatir ni un solo día. Pero si las circunstancias nos obligan a luchar, podemos hacerlo hasta el fin.
   
Strong : Si el pueblo norteamericano pregunta por qué lucha el Partido Comunista, ¿qué debo responder?
   
Mao : Porque Chiang Kai-shek quiere hacer una carnicería con el pueblo chino, y el pueblo tiene que defenderse si quiere sobrevivir. Esto lo puede entender el pueblo norteamericano.
   
* Esta es una exposición muy importante acerca de la situación internacional y nacional, hecha por el camarada Mao Tse-tung poco después del término de la Segunda Guerra Mundial. el camarada Mao Tse-tung formuló en ella su famosa tesis de que "todos los reaccionarios son tigres de papel". Esta tesis armó ideológicamente a nuestro pueblo, fortaleció su confianza en la victoria y desempeñó un papel sumamente grande en la Guerra Popular de Liberación. tal como Lenin consideró al imperialismo un "coloso con pies de barro", el camarada Mao Tse-tung considera tigres de papel al imperialismo y a todos los reaccionarios; en ambos casos se trata de la esencia del asunto. Esta tesis es un concepto estratégico fundamental del pueblo revolucionario. Desde el período de la Segunda Guerra Civil Revolucionaria, el camarada Mao Tse-tung ha señalado repetidas veces: estratégicamente, considerando el conjunto, los revolucionarios deben despreciar al enemigo, atreverse a luchar contra él y atreverse a conquistar la victoria; al mismo tiempo, tácticamente, considerando cada parte en sí y en cada lucha concreta, deben tomar seriamente en cuenta al enemigo, ser prudentes, estudiar y perfeccionar cuidadosamente el arte de lucha y adoptar formas de lucha adecuadas al tiempo, al lugar y a las condiciones, para aislar y aniquilar paso a paso al enemigo. El 1� de diciembre de 1958, en una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada en Wuchang, el camarada Mao Tse-tung manifestó:
   
"Así como en el mundo no hay cosa alguna sin doble naturaleza (ésta es la ley de la unidad de los contrarios), así también el imperialismo y todos los reaccionarios tienen un doble carácter: son tigres auténticos y al mismo tiempo tigres de papel. En la historia, antes de conquistar el Poder y durante algún tiempo después de haberlo conquistado, la clase de los esclavistas, la clase terrateniente feudal y la burguesía eran vigorosas, revolucionarias y progresistas; eran tigres auténticos. Pero, con el tiempo, como sus contrarios -- la clase de los esclavos, el campesinado y el proletariado -- crecían y se fortalecían [cont. en pág. 97. -- DJR] gradualmente, luchaban contra ellas y se volvían más y más formidables, dichas clases gobernantes se transformaron poco a poco en su reverso, se transformaron en reaccionarios, en gentes retrógradas, en tigres de papel, y finalmente fueron derrocadas, o serán derrocadas, por el pueblo. Las clases reaccionarias, retrógradas y decadentes conservaban este doble carácter aun en la lucha a muerte que el pueblo libraba contra ellas. Por una parte, eran tigres auténticos, devoraban a la gente, devoraban a la gente por millones y decenas de millones. La causa de la lucha popular atravesaba un período de dificultades y penalidades y un camino lleno de recodos. Para destruir la dominación del imperialismo, del feudalismo y del capitalismo burocrático en China, el pueblo chino necesitó más de cien años y perdió decenas de millones de vidas antes de lograr la victoria en 1949. ¡Miren! ¿No eran tigres vivos, tigres de hierro, tigres auténticos? Sin embrago, al final se transformaron en tigres de papel, tigres muertos, tigres de requesón de soya. Estos son hechos históricos. ¿No ha visto y oído la gente tales hechos? ¡En verdad ha habido millares y decenas de millares de ellos! ¡Millares y decenas de millares! Por tanto, el imperialismo y todos los reaccionarios, mirados en su esencia, en perspectiva, desde el punto de vista estratégico, deben ser considerados como lo que son: tigres de papel. Sobre esto se basa nuestro concepto estratégico. Por otra parte, también son tigres vivos, tigres de hierro, tigres auténticos, que devoran a la gente. Sobre esto se basa nuestro concepto táctico."
Con respecto a la necesidad de despreciar al enemigo estratégicamente y de tomarlo muy en serio tácticamente, véanse Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. I, "Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China", cap. V, sec. 6, y el presente tomo, págs. 185-186, "Sobre algunos problemas importantes de la actual política del Partido", sec. I.
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Strong : ¿Qué piensa usted de la posibilidad de que los EE.UU. inicien una guerra contra la Unión Soviética?
   
Mao : Hay dos aspectos en la propaganda sobre una guerra antisoviética. Por un lado, el imperialismo norteamericano está preparando en efecto una guerra contra la Unión Soviética; la actual propaganda acerca de una guerra antisoviética, así como el resto de la propaganda antisoviética, constituye una preparación política para esa guerra. Por otro lado, esta propaganda es una cortina de humo lanzada por los reaccionarios norteamericanos para encubrir las numerosas contradicciones reales con las que hoy se enfrenta directamente el imperialismo de los EE.UU. Son las contradicciones entre los reaccionarios norteamericanos y el pueblo norteamericano y las contradicciones del imperialismo norteamericano con otros países capitalistas y con los países coloniales y semicoloniales. En la actualidad, la significación real de la consigna norteamericana de una guerra antisoviética es la opresión del pueblo norteamericano y la expansión de las fuerzas agresivas de los EE.UU. en el resto del mundo capitalista. Como usted sabe, Hitler y sus socios, los militaristas
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japoneses, utilizaron durante largo tiempo consignas antisoviéticas como pretexto para esclavizar a los pueblos de sus propios países y agredir otros países. Los reaccionarios norteamericanos actúan ahora exactamente de la misma manera.
   
Para iniciar una guerra, los reaccionarios de los EE.UU. tienen que atacar primero al pueblo norteamericano. Ya lo están haciendo: oprimen política y económicamente a los obreros y a los elementos democráticos y se preparan para imponer el fascismo en su país. el pueblo de los EE.UU. debe levantarse y resistir a los ataques de los reaccionarios norteamericanos. Creo que lo hará.
   
Los EE.UU. y la Unión Soviética están separados por una extensa zona en que hay muchos países capitalistas, coloniales y semicoloniales de Europa, Asia y áfrica. Antes que los reaccionarios norteamericanos hayan subyugado a estos países, no se puede ni hablar de un ataque a la Unión Soviética. En el Pacífico, los EE.UU. controlan hoy regiones más extensas que todas las esferas de influencia que Inglaterra poseía allí en el pasado; controlan el Japón, la parte de China bajo el dominio del Kuomintang, la mitad de Corea y el Pacífico
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Sur. Controlan desde hace tiempo la América central y la del Sur. También pretenden controlar todo el Imperio Británico y Europa occidental. Bajo diversos pretextos, los EE.UU. realizan en muchos países amplios preparativos bélicos y establecen bases militares. Los reaccionarios norteamericanos dicen que las bases militares que han establecido y las que se disponen a establecer en el mundo entero, son todas contra la Unión Soviética. Cierto, estas bases militares apuntan a la Unión Soviética. Sin embargo, en la actualidad, no es la Unión Soviética sino los países donde se han establecido esas bases militares los primeros en sufrir la agresión de los EE.UU. Creo que no pasará mucho antes de que estos países se den cuenta de quién los oprime en realidad, la Unión Soviética o los EE.UU. Llegará el día en que los reaccionarios norteamericanos adviertan que contra ellos están todos los pueblos del mundo.
   
Por supuesto, no quiero decir que los reaccionarios norteamericanos no tengan la intención de atacar a la Unión Soviética. La Unión Soviética es defensora de la paz mundial y un poderoso factor que impide la dominación mundial de los reaccionarios norteamericanos. Gracias a la existencia de la Unión Soviética, es absolutamente imposible que los reaccionarios de los EE.UU. y del mundo materialicen sus ambiciones. Por esa razón, los reaccionarios norteamericanos odian rabiosamente a la Unión Soviética y en efecto sueñan con destruir este Estado socialista. Pero el hecho de que los reaccionarios norteamericanos, a poco de terminada la Segunda Guerra Mundial, hagan tanta alharaca acerca de una guerra norteamericano-soviética y creen un clima tan mefítico, nos obliga a examinar sus verdaderas intenciones. Resulta que, valiéndose de las consignas antisoviéticas, atacan frenéticamente a los obreros y a los elementos democráticos de su propio país y convierten en dependencias norteamericanas a todos los países que son blanco de la expansión norteamericana. Creo que el pueblo norteamericano y los pueblos de todos los países amenazados por la agresión de los EE.UU. deben unirse y luchar contra los ataques de los reaccionarios norteamericanos y de sus lacayos en estos países. Sólo la victoria en esta lucha permitirá evitar una tercera guerra mundial; de otra manera es inevitable.
   
Strong : Eso está muy claro. Pero, ¿Y si los EE.UU. emplean la bomba atómica? ¿Y si los EE.UU. bombardean la Unión Soviética desde sus bases en Islandia, Okinawa y China?
   
Mao : La bomba atómica es un tigre de papel que los reaccionarios norteamericanos utilizan para asustar a la gente. Parece
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terrible, pero de hecho no lo es. Por supuesto, la bomba atómica es un arma de matanza en vasta escala, pero el resultado de una guerra lo decide el pueblo y no uno o dos tipos nuevos de armas.
   
Todos los reaccionarios son tigres de papel. Parecen temibles, pero en realidad no son tan poderosos. Visto en perspectiva, no son los reaccionarios sino el pueblo quien es realmente poderoso. En Rusia, antes de la Revolución de Febrero de 1917, ¿cuál de las dos partes era efectivamente poderosa? El zar era fuerte en apariencia, pero fue barrido de un solo soplo por la Revolución de Febrero. En última instancia, el poderío en Rusia estaba en los Soviets de obreros, campesinos y soldados. el zar no era más que un tigre de papel. ¿No se consideró un tiempo muy fuerte a Hitler? Pero la historia probó que era un tigre de papel. También lo fue Mussolini, también lo fue el imperialismo japonés. En cambio, la fuerza de la Unión Soviética y de todos los pueblos amantes de la democracia y de la libertad resultó mucho mayor de lo previsto.
   
Chiang Kai-shek y sus sostenedores, los reaccionarios de los EE.UU., son también todos tigres de papel. Al hablarse del imperialismo norteamericano, a la gente le parece que éste es increíblemente fuerte. Los reaccionarios chinos utilizan el "poderío " de los EE.UU. para asustar al pueblo chino. Pero quedará probado que los reaccionarios norteamericanos, como todos los reaccionarios en la historia, no tienen mucha fuerza. En los EE.UU. hay otra clase de gente realmente fuerte: el pueblo norteamericano.
   
Tomemos el caso de China. Contamos sólo con mijo y fusiles, pero la historia demostrará finalmente que nuestro mijo y fusiles son más poderosos que los aviones y tanques de Chiang Kai-shek. Aunque el pueblo chino encontrará todavía muchas dificultades y sufrirá largos padecimientos a consecuencia de los ataques conjuntos del imperialismo norteamericano y de los reaccionarios chinos, llegará el día en que estos reaccionarios sean derrotados y nosotros obtengamos la victoria. La razón no es sino ésta: los reaccionarios representan la reacción, nosotros representamos el progreso.
   
[Nota -- En el texto impreso, la siguiente nota del editor empieza al pie de la página que sigue. -- DJR]
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[1]
Para ayudar a Chiang Kai-shek a iniciar una guerra civil contra el pueblo, el imperialismo norteamericano proporcionó a su gobierno una inmensa ayuda: Hasta fines de junio de 1946, los EE.UU. habían pertrechado 45 divisiones del Kuomintang. Habían adiestrado un personal militar de 150.000 hombres del Kuomintang: fuerzas terrestres, navales y aéreas; agentes secretos; policía de comunicaciones; oficiales de estado mayor; médicos militares; personal de intendencia; etc. Buques de guerra y aviones norteamericanos transportaron al frente, para atacar las regiones liberadas, 14 cuerpos de ejército del Kuomintang (41 divisiones) y 8 brigadas de la policía de comunicaciones, o sea, más de 540.000 hombres en total. El Gobierno de los EE.UU. desembarcó en China 80.000 soldados de su infantería de marina, que se estacionaron en ciudades importantes como Shanghai, Chingtao, Tientsín, Peiping y Chinjuangtao y custodiaron para el Kuomintang las vías de comunicación en el Norte de China. Según datos revelados en Relaciones de los Estados Unidos con China, Libro Blanco publicado por el Departamento de Estado de los EE.UU. el 5 de agosto de 1949, el valor global de las diversas clases de ayuda proporcionada por los EE.UU. al gobierno de Chiang Kai-shek, desde la época de la Guerra de Resistencia contra el Japón hasta 1948, sobrepasó los 4.500 millones de dólares norteamericanos (la abrumadora mayoría de la ayuda de los EE.UU. prestada durante la Guerra de Resistencia la acumuló y guardó el Kuomintang para hacer más tarde la guerra civil contra el pueblo). Pero el monto real de la ayuda norteamericana a Chiang Kai-shek excedió en mucho esa cifra. En el Libro Blanco de los EE.UU. se admite que la ayuda norteamericana era equivalente a "más del 50 por ciento de los gastos monetarios" del gobierno de Chiang Kai-shek y era "proporcionalmente de mayor magnitud, en relación al presupuesto de ese Gobierno, que la ayuda suministrada por los EE.UU. a cualquier nación de Europa occidental desde el término de la guerra".
[pág. 95]
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