Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1968
PEKIN 1976
(3a impresión 1976)
pág. 347
20 de diciembre de 1939
    Este veintiuno de diciembre, el camarada Stalin cumplirá sesenta años. Es fácil imaginar que su cumpleaños suscitará cálidas y afectuosas congratulaciones en los corazones de todos los revolucionarios del mundo que conocen esta fecha.
    Felicitar a Stalin no es una formalidad. Felicitar a Stalin significa apoyarlo, apoyar su causa, la victoria del socialismo y el rumbo que él señala a la humanidad, significa apoyar a un amigo querido. Pues hoy la gran mayoría de la humanidad está sufriendo y sólo puede liberarse de sus sufrimientos siguiendo el rumbo señalado por Stalin y contando con su ayuda.
    Nosotros, el pueblo chino, estamos atravesando el período de los más amargos sufrimientos de nuestra historia, un período en que necesitamos más que nunca de la ayuda de otros. Como dice el Libro de las odas, "El ave canta buscando el eco de sus amigos." Este es precisamente nuestro caso.
    Pero ¿quienes son nuestros amigos?
   
Una clase de "amigos" son los que se adjudican ellos mismos el título de amigos del pueblo chino; algunos chinos, irreflexivamente, los llaman también amigos. Pero tales "amigos" no pertenecen sino a la categoría de Li Lin-fu[1], primer ministro de la dinastía Tang, que tenía fama de ser un hombre con "miel en los labios y ponzoña en el corazón". Son, en efecto, amigos de ese tipo. ¿De quiénes se trata? De lo. imperialistas, que declaran tener simpatía por China. En cambio, hay otra clase de amigos, los que sienten real simpatía por nosotros y nos tratan como hermanos. ¿Quiénes son? El pueblo soviético y Stalin.
   
Ningún otro país ha renunciado a sus privilegios en China; únicamente la Unión Soviética lo ha hecho.
   
Durante nuestra Primera Gran Revolución, todos los imperialistas se opusieron a nosotros; únicamente la Unión Soviética nos ayudó.
pág. 348
   
Desde el comienzo de la Guerra de Resistencia contra el Japón, ningún gobierno imperialista nos ha prestado ayuda real; únicamente la Unión Soviética ha ayudado a China con su aviación y con material. ¿No es esto suficientemente claro?
   
Sólo el país del socialismo, su jefe y su pueblo, los pensadores, estadistas y trabajadores socialistas, pueden prestar ayuda real a la causa de la liberación de la nación y el pueblo chinos; sin su ayuda, nuestra causa no podría lograr la victoria final.
   
Stalin es el fiel amigo del pueblo chino en su lucha por la liberación. El amor y el respeto del pueblo chino por Stalin y su amistad hacia la Unión Soviética son profundamente sinceros; toda tentativa de sembrar discordias, toda mentira o calumnia serán en vano.
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pág. 348
[1]
Li Lin-fu (siglo VIII) fue primer ministro del emperador S�antsung de la dinastía Tang. Aunque simulaba amistad, maquinaba la ruina de todo aquel que le ganara en talento y fama y que recibiera el Favor del emperador. Por eso, sus contemporáneos lo conocían como un hombre con "miel en los labios y ponzoña en el corazón".
[pág. 347]
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